“El teatro dejó de ser anhelo y se convirtió en mi forma de vida. Cada ensayo, cada estreno, cada voz que me acompañó fue forjando mi destino. Y en ese camino descubrí que el movimiento y la docencia también eran parte integral de mi sueño”
—Pepe Posada
Un día, nos reunimos cuatro amigos soñadores y sobre la mesa surgió una idea: ¿por qué no convertirnos en creadores de nuestro propio trabajo y traer un musical a México? La propuesta nos pareció tan natural como emocionante. Ana María hizo la selección del musical, conseguimos el dinero para pagar el anticipo de derechos y, como conocíamos a todos los que trabajaban en teatro, armar el equipo no fue tan complicado.
Viajamos a Nueva York —mi primer viaje a esa ciudad— para comprar los derechos y acudir a la Biblioteca de Nueva York a investigar por qué la obra que queríamos montar no había durado o en qué había fallado. Nos permitieron ver el video de la puesta en escena, pero solo podíamos entrar con una hoja de papel en blanco y un lápiz. Juntamos toda la información posible y aprovechamos para nutrirnos viendo muchos musicales.
Entre ellos, Crazy for You. Quedé impresionado, extasiado y entusiasmado al ver un espectáculo tan preciso: el audio era impresionante, la escenografía, las coreografías… todo era redondo. Lo vimos dos veces en aquel viaje y regresamos cargados de vitalidad y energía, con todo lo necesario para analizar el proyecto y lanzarnos como “gorda en tobogán”. Y así lo hicimos.
Menciono Crazy for You porque años después tendría la fortuna de ser llamado por Fela Fábregas, con quien iniciaría toda una trayectoria llena de vivencias y experiencias. Pero antes de eso, estos cuatro amigos nos enfrentamos a nuestro primer gran proyecto: Cantando bajo la lluvia.
“No comparto estos proyectos como una egoteca personal, sino con el objetivo de que puedan ser útiles para otros. Cada experiencia está acompañada de aprendizajes y errores que me ayudaron a mejorar, y mi intención es que quienes los revisen puedan aprovechar esas lecciones y evitar caer en las mismas dificultades.”
— Pepe Posada