
En medio de la pandemia perdí todos mis trabajos. Me enfrenté a la traición de un socio que me envió una caja con basura como “liquidación”, a pesar de que yo había invertido gran parte de mi patrimonio y trabajo en esa empresa. Yo me encontraba saliendo de un contagio de COVID y no tuve fuerzas para luchar por mis cosas. Ya la vida se encargará de cobrarle. Hoy, sin su presencia en mi vida, me encuentro mejor que nunca. Esa experiencia me enseñó a tener más cuidado en la selección de amistades, especialmente en el ámbito laboral.
Mi trabajo en La Jaula fue prácticamente robado por mi asistente y un bailarín al que yo mismo había ayudado a conseguir su permiso de trabajo en México durante el diluvio. Nunca tuvieron el valor de enfrentarlo, disculparse o siquiera comentarlo. Y me pregunto: ¿por qué el productor decidió saltarme, si cuando necesitaba algo de mí —como el contacto con Fela— siempre me localizaba? l cuando requirió le montara la obra sin recibir un anticipo.
En el Centro Cultural también viví una experiencia difícil, que relato más adelante.
la pandemia me dió oportunidad de ayudar a un amigo, le ofrecí casa, comida y una familia. . . Creo firmemente que todos merecemos una oportunidad, y si puedes ayudar a alguien en tu camino, no deberías dudar en hacerlo, hoy me pregunto ¿quién ayudo a quién? Jeroham se convirtió en la primer persona en mi vida que se ha preocupado en que yo sea mejor en que supere mis problemas y tenga fuerza para salir adelante apoyándome siempre.
La salud me puso a prueba: dos contagios de COVID, una infección en el brazo, un pie caído, un accidente con una sierra en la pierna y un problema dental que arrastraba desde hacía tiempo. Todo parecía acumularse. Lograr levantarme fue un proceso lento y doloroso, dependiendo de la seguridad social.
Durante cinco años dediqué mi vida a arreglar mi casa y atender a mi papá día y noche, 24/7. Ese tiempo me permitió conocer a un padre que siempre trabajaba y casi nunca veía. El 30 de abril de 2025, mis hermanas lo sustrajeron de casa. Ese hecho marcó un antes y un después. Mi vida se derrumbaba nuevamente y caí enfermo por tres meses, hasta que decidí levantarme y escribir mi historia Entre Telones, Algoritmos y Globos. Lo hice para que mi papá pudiera leer quién era su hijo, para que viera que siempre trabajé luchando honradamente por cumplir mis sueños, y también para que mi historia pudiera servirle a alguien más, evitando que caiga en los mismos errores. Me di cuenta de que vivi buscando la aprobación. de los demás cuando lo mas importante y unico que debi haber hecho es tener la mia,
Los abusos fueron constantes; muchos anhelaban mi vida, mis éxitos, mis relaciones. Hoy vivo tranquilo con mi perro Renato y acompañado de un amigo que decidió escribir su historia junto a la mía. Entre Telones, Algoritmos y Globos es mi legado: la historia de un soñador que logró sus sueños, acompañado por muchos ángeles que lo guiaron a cumplir su destino. He sido muy afortunado: nunca he tenido que pedir trabajo, las oportunidades siempre llegaron a mí. He conocido gente maravillosa en mi camino, de quienes he escuchado sus historias de los cuáles he tratado de aprender lo mejor.
La pandemia me sacó de mi zona de confort y me obligó a aprender mil oficios para continuar. Hoy sé que, si me enfoco, todo lo que me proponga será posible. Reinventarme no me da miedo,
Decidí retormar mis talleres en linea que comencé durante la pademia Ser Artista.com es un espacio vivo donde la pasión se convierte en disciplina y la disciplina en legado. Aquí se alojan nuestros talleres de artes escénicas —Broadway Tap, Broadway Jazz, Canto Escénico, Actuación y Teatro Musical— diseñados para formar intérpretes completos capaces de brillar en cualquier escenario.
Este proyecto se expande con el Blog Ser-Artista, un espacio de reflexión y recursos sobre salud y bienestar, técnicas artísticas, artículos legales y temas tabú, que complementa la formación integral del artista. quiero que se vuelva el punto de refugio y consulta.
Reconozco que es difícil hacerlo solo. Sin embargo, también sé que cada caída me ha enseñado a reinventarme, y que cada paso hacia adelante es parte de un legado que quiero dejar para quienes vengan detrás.
No sé hacia dónde me llevará el destino, pero sé que Entre Telones, Algoritmos y Globos tendrá una nueva etapa: Entre Telones, Algoritmos, Globos y Talleres. Estoy preparado para lo que sigue. Comprendí que debo avanzar solo, dejar atrás a mi familia y mirar hacia adelante. Al final del camino habrá un nuevo sitio para realzar mis nuevas aventuras y, por supuesto, nunca dejar de soñar.
Tras la muerte de Doña Fela Fábregas, la dirección de la Academia cambió de rumbo. Un maestro, con artimañas y promesas, convenció al hijo de Fela de que él era el más indicado para continuar el proyecto, apropiándose de la Carrera de Teatro Musical y del Curso de Verano que yo había creado. Sin consultarme ni darme explicación, poco a poco fui desplazado. La pandemia se convirtió en el pretexto perfecto para apartarme definitivamente de la escuela que había sido mi pasión y mi casa artística durante tantos años. Hoy llevamos más de 5 años en un pleito legal mismo que he ganado dos veces, pero siguen presentando artimañas legales para no pagar lo correspondiente a mi liquidación por tantos años de servicio.
Cinco años después, el Centro Cultural Virginia Fábregas cerró sus puertas. Lo que se hacía ya no tenía estructura ni visión, y así murió un proyecto que había nacido del sueño de Fela: crear una carrera de teatro musical que formara talento sólido para todas las producciones del país.
Ese cierre no fue solo el final de una institución, sino también la pérdida de una oportunidad histórica para consolidar un espacio de formación integral. La carrera de teatro musical que habíamos diseñado buscaba preparar artistas completos, con disciplina y técnica, capaces de sostener la calidad de cualquier montaje. Era un sueño compartido, y verlo desaparecer fue doloroso.
Pero para dar clases se necesita más que palabras: se requiere conocimiento, experiencia y, sobre todo, pasión por el teatro. Formar un grupo de alumnos con un alto estándar ético y profesional es la clave para que el futuro de las producciones sea más sencillo y productivo.
La docencia y la coreografía también me han dejado grandes amigos que me han apoyado en esta etapa: Bernardo Aguilar, Alfredo Valenia, Peixe, Nina Contla, Emmanuel Badillo y Gabriela Casas me han tendido su mano cuando lo he necesitado. Gracias a la vida por tantos ángeles que me cuidan en este paso por la existencia. En especial mi primo Gabriel Orozco no tengo más que decirle gracias por estar siempre, gracias por esos jalones de orejas. por enseñarme tanto y por toda tu ayuda, finalmente a Jeroham quien día a día lucha por que este soñador no deje de soñar y me acompaña en esto quee see llama vida.
Ese acto de solidaridad, junto con el apoyo de mis amigos, me enseñó que no todo ha sido malo. Siempre habrá un detalle que te haga feliz, un gesto que te recuerde que la vida tiene sentido. El algoritmo de la vida se eleva por los aires como un globo aerostático, tejiendo telones y sueños.
De las grandes figuras del teatro, empresarios y políticos destacados y de maestros de esos que realmente cambian vidas, aprendí que el éxito se sostiene en la sencillez y la humildad. No en la vanidad ni en la fanfarronería vacía, sino en la disciplina y en la verdad de lo que uno construye.
En mi camino, muchas personas me pusieron obstáculos. Algunos anhelaron lo que yo había logrado, otros hablaron falsedades acerca de mí. Pero lo único que puedo decir es que siempre he sido un hombre de palabra, trabajador, y que nunca dejaré de soñar.
Porque los sueños son los que dan sentido a la vida. Son los que alimentan el alma y nos recuerdan la misión para la cual vinimos a este mundo.
Soy un soñador que ama a su niño interior y sabe que esa es su fuerza. Lucharé por levantarme cada vez que me haya caído, porque así me enseñaron mis padres: a ser un hombre hecho y derecho, aunque mi padre y mi familia se hayan olvidado de quién soy yo.