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un grupo de cuatro amigos nos embarcamos en una increíble aventura: producir Cantando Bajo la Lluvia en el Teatro Silvia Pinal. ¡Y vaya que fue un sueño hecho realidad! Yo, Ana Ma. Collado, junto con Marco Galindo, Héctor Arroyo y Pepe Posada nos encargamos de todos los preparativos para llevar a cabo este montaje de alta calidad.
Para comenzar nuestra odisea teatral, nos dirigimos a la glamurosa ciudad de Nueva York en busca de los derechos y toda la información relevante sobre el montaje original que se había realizado en Broadway. Realizamos una exhaustiva investigación sobre el mecanismo para simular la lluvia y estudiamos detenidamente cómo solucionar las cuestiones del drenaje y reciclado del agua.
Una vez que regresamos a nuestro amado México, convocamos una junta de trabajo donde analizamos detalladamente el material proporcionado por MTI (Music Theatre International) y también tomamos nota de las críticas recibidas por su puesta en escena en Broadway. Tras un análisis minucioso, decidimos realizar algunas modificaciones estructurales, sustituir algunos números musicales e incluso añadir nuevos arreglos a otros.
Para llevar a cabo estas modificaciones y sustituciones musicales tan importantes para nuestro montaje, recurrimos al talentoso Maestro Willy Gutiérrez. Tuvimos mucha suerte de haberlo conocido previamente durante nuestro trabajo en Yo y mi Chica.
Willy se sumó al equipo como Orquestador Adicional, Director Musical ¡y hasta Director de Orquesta! Su experiencia fue invaluable para lograr que Cantando Bajo la Lluvia tuviera una orquesta excepcional conformada por los mejores músicos mexicanos del momento.
Se unieron al equipo creativo el Maestro Marco Villafán (Traductor/Adaptador/Letras Adicionales); el Maestro Ariel Bianco (Escenografía/Iluminación) y Maestro Rafael López Miarnau (Dirección de Escena)
Junto a ellos llegó Juan Rojas y toda su destacada tripulación para la construcción y tramoya. Entre ellos, el talentoso Federico Anaya «El Pirata», uno de los mejores de su campo, con su experiencia en Audio.
Los efectos mecánicos e hidráulicos estuvieron a cargo de Mario Alberto Gómez, quien había realizado el efecto de la llanta en Cats.
Todo el equipo, tanto técnicos como creativos, eran mexicanos y emprendimos un montaje único.
Por otro lado Ana María se encargó de la Producción Ejecutiva y Diseño de Vestuario. Héctor brilló en el papel estelar. Pepe se encargó tanto de Coreografía como del Diseño de Vestuario. Y Maestro Marco Galindo se ocupó tanto del aspecto administrativo como socios capitalistas.
La colaboración entre todos los miembros del equipo fue fundamental para llevar adelante este proyecto tan ambicioso. Cada uno aportando sus habilidades y talento logramos crear una puesta en escena memorable que dejó al público impactado.
Nos enfrentabamos a consegir un elenco multifasetico, se impartió un taller intensivo de capacitación que incluía las disciplinas del Ballet, Actuación y Tap con los mejores maestros de cada área.
Finalmente el elenco fue encabezado por Sergio Ramos el Comanche, Abraham Stavans, Laura Luz, Héctor Arroyo, Laura Zaizar, Lenny Zundel, David de la Rosa, Javier Yerandi, y Nitzi Arellano.
Sin embargo, el verdadero protagonista de la historia fue Héctor Arroyo. Un papel que demandaba mucho físicamente. Nadie mejor que él para hacerlo. Se enfrentó a ls lluvia, errores en la temperatura del agua, posibles enfermedades, y aún así, se entregó al 100% y supo mantener separados los problemas de producción de su trabajo artístico.
fue en el que participaban Héctor con todo el ensamble: Todo en Hollywood es Real – Broadway Melody. Un número de Tap muy rápido, largo y complejo.
La idea original no se logró, sufrió muchas adaptaciones pues no tuvimos el capital suficiente para logarlo.
Recuerdo al Maestro Willy su cara de espanto cuando vio unos de los primeros ensayos del numero, era un desastre, había decidido que se bailarían diferentes pasos al mismo tiempo, grupos de gente que salían y entraban, cantos y contra cantos con tap. finalmente con mucho ensayo el número quedó espetacular.
Al mismo tiempo montábamos el número que, a mi parecer, es el más complejo de todo el show: Rosa – Moses Supposes.
La Coreografía fue una reproducción del original de el Maestro Gene Kelly.
«EL NÚMERO» por supuesto fue Cantando Bajo la Lluvia, con la reproducción de la coreografía de Gene Kelly.
El número se ejecutaba encima de una plataforma que se armaba en tres partes, impulsada por un motor.
El sistema de lluvia integraba canales para salida del agua, drenaje, filtros, calentadores, tinaco y bomba.
Era impresionante ver en el enorme escenario del Teatro Silvia Pinal, avanzar hacia proscenio una calle de los Angeles en plena tromba, con este número icónico. ¡WOW!
Mas retos tuvimos queenfrentar que si llovía mucho, que si llovía poco, la temperatura, descuidos que atascaron el motor, problemas con otras productoras que se presentaban en temporada con teatro infantil y tapaban el drenaje.
Siempre hay un número que se vuelve el consentido para mi, en este caso: Es Más que Única – Too Marvelous for Words, número que se incluyo de la puesta Londinense.
Comenzaba con todos los bailarines enmarcando a Laura, sobre la pasarela, como en las viejas películas de Hollywoodenses de los 40’s, atrás un telón de plástico transparente que semi ocultaba una espectacular escalera en «V» con escalones iluminados en donde aparecía todo el ensamble femenino elegantemente ataviadas con Plumas, muy Ziegfield Follies.
El concepto era padrísimo, si no tomáramos en cuenta mi vértigo a las alturas. Aquí es donde entra en la historia Toño Montes, quien fuera mi asistente. El subía y bajaba como loco.
Aclaro me armé de valor y también subí y baje otras más. Si el público supiera todo lo que sucede en un montaje…
marcó la vida de muchos y fué una gran escuela para nosotros, nuestra carta de presentación por la cual se nos confiarian nuevos proyectos
En definitiva, Cantando Bajo la Lluvia fue un proyecto ambicioso que requirió el esfuerzo conjunto de un equipo apasionado por el teatro musical. Gracias al talento y dedicación de cada uno de los involucrados, logramos llevar esta historia inolvidable al público mexicano con gran éxito.
Marcó la vida de muchos y fué una gran escuela para nosotros, nuestra carta de presentación por la cual se nos confiarían nuevos proyectos
Sirvió de modelo y escuela para productores que hoy presentan los Musicales de gran Formato en este país.
Los aciertos, de estos productores primerizos tuvo frutos: 22 premios de la Crítica Especializada.
Entre ellos mi primer reconocimiento como Mejor Coreógrafo.
Entre ellos mi primer Reconocimiento como Mejor Coreógrafo otorgado por la Critica Especializada
Ana María y yo empezaríamos a trabajar con Fela Fábregas
Nunca pensé tener la fortuna de ser seleccionado para ser parte de los creativos de la reposición de una obra que vi de chico 28 veces y a la cual siempre quise ir a audiciones y nunca me atreví
La Sra. Fábregas me ofrece que realice la coreografía pero solo el 50% ya que la coreógrafa de su reposición anterior la deseaba conservar. Acepto con la condición de renovar los números que estuvieran a mi cargo, además de que podría empatarlo con las clases que estaba dando en el centro cultural.
El reto fue crear una propuesta mas moderna de un musical tan querido por todos los mexicanos dándole mayor vitalidad y energía.
Mis números: Calma, Que Pena que sea Pecado, La Consuelo, Hormigas, Tira le Dinero, Balada de San Crispin, Eso es Amor
Siempre es necesario contar con el apoyo de un asistente para la coreografía en este caso fue Rafa Maza y Manuel Jiménez. Que bárbaros tienen paciencia de santos, gracias.
Fue muy complejo lidiar con ideas del pasado, siempre los cambios son difíciles y más cuando se ha repetido el mismo concepto tantas veces.
El proyecto no se completó como se planeo, pues se queria modernizar la musica, pero los tiempos no se adecuaron y fuimos con las pistas originales remasterizadas.
El equipo de creativos logramos complementarnos y apoyarnos para salir adelante.
En mi rubro solo puedo decir que es muy diicil que dos cabezas decidan sobre el mismo tema, Pero no imposible.
Siempre hay un momento en todo montaje que deja algo que nunca olvidarás en tu vida.
En el caso de El Diluvio que Viene, para mi, fue en el ensayo general cuando baja la Paloma, no tienen idea lo que se sintió en el Teatro cuando por primera vez bajó y se postro en su silla. Una energía muy especial lleno la sala, sin duda Dios estaba ahí con nosotros. Aún lo recuerdo y mis ojos se llenan de lagrimas. Fue una emoción indescriptible, recuerdo que fui con la Sra. Fábregas y simplemente le dije GRACIAS…
Cómo me hubiera gustado que mi mamá viera mi trabajo, en este musical que tantas veces me llevó a ver de pequeño.
Si el público pudiera vivir estos momentos, entendería porqué somos apasionados de nuestro trabajo amamos el Teatro.
Me quedé a cargo de la temporada y muy pronto llegaría un proyecto que fue muy especial. Sería la primera vez que tendría dos proyectos en cartelera.
El Destino me manda una vez más por el camino de Dios… y me da la oportunidad de trabajar con Maru Dueñas…
